El Ayuntamiento de la pequeña localidad de Lerga no hablaba en balde cuando a primeros de diciembre del pasado año exigía al Arzobispado la devolución de la iglesia del despoblado de Abaiz, que inmatriculó en septiembre. Alcalde, concejales y vecinos afirmaron entonces que llegarían hasta donde hiciera falta para su recuperación.
Como pasa el tiempo, que además corre en su contra, y con el sentimiento de que el Arzobispado, lejos de tomar cartas en el asunto les da largas que carecen de fundamento a su juicio, el Ayuntamiento, en nombre de todos sus vecinos, se personará esta semana en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Aoiz para denunciar al Arzobispado por registrar la iglesia de Abaiz, de propiedad municipal, «aún sabiendo que lo era». Así lo decidieron los vecinos al término de la reunión celebrada el domingo, y que se trasladará mañana al pleno.
En el transcurso de la misma el alcalde, Iñaki Iriarte, informó a los asistentes del encuentro mantenido el 23 de enero entre representantes del Ayuntamiento y de la comisión surgida para la defensa de Abaiz con el vicario general de la diócesis, Juan Antonio Aznárez Cobo, en la que aquellos aportaron las escrituras de la citada propiedad y acordaron una semana para obtener una respuesta por parte del Arzobispado.
En febrero Ayuntamiento y comisión acudieron al Registro de la Propiedad de Aoiz, donde el registrador general reconoció la doble inmatriculación y se ofreció para explicárselo al propio Arzobispado. «Se lo comunicamos al vicario, pero sólo recibimos largas. Lo hemos hecho de buena fe, para no ir a juicio, pero no nos dejan otra vía», expresaba Iñaki Iriarte. Esta actitud es interpretada por el alcalde y los vecinos como una burla cuyo único objetivo es la de dilatar el tiempo para que se cumpla un año de la inmatriculación de la iglesia, septiembre del 2011, plazo tras el que no se podría interponer demanda alguna por esta causa.
DESDE EL AÑO 1877
El documento más antiguo que demuestra que el despoblado de Abaiz, incluida la iglesia, sus casas y tierras, es propiedad del Ayuntamiento data del año 1877, y hace referencia a 1848. También las certificaciones registrales en su poder describen al detalle toda la extensión como una única finca, de coto redondo. Años más tarde, en 1927 el despoblado fue vendido por su propietario, el Duque de Granada, a una sociedad formada por vecinos de Lerga. Desde entonces, todos y especialmente los mayores del lugar lo consideran y lo sienten como propio el lugar donde algunos de ellos o sus antecesores han vivido parte de sus vidas.
Como titulares de Abaiz, amparados en el artículo 313 del Reglamento Hipotecario, y a falta de acuerdo con la Iglesia que ha sometido la finca a una doble inmatriculación, acudirán al juzgado para denunciar el hecho, y se reservan las acciones pertinentes que pudieran desembocar en juicio declarativo de la propiedad si el Arzobispado no les devuelve lo que estiman suyo desde siempre. «Nuestro único objetivo es que todo quede como estaba y que Abaiz vuelva a sus orígenes», señalaba el alcalde.
Los de Lerga dicen claramente que no quieren enfrentamientos, ni con los vecinos de Eslava, a quienes por tradición les corresponde las reliquias de Abaiz, ni con el párroco, Fermín Macías, ni incluso con el Arzobispado. «No queremos enfrentarnos, pero mucho menos que se rían de nosotros y quedarnos de brazos cruzados, para que luego tengamos que cargar con el sentimiento de que lo perdimos por no intentarlo» manifestaba la treintena de vecinos que acudió el domingo a la reunión con el sentimiento unánime de que «Abaiz es del pueblo».
Diario de Noticias, Martes, 20 de Marzo de 2012