Excelentísimo y Rvdmo. señor:
Aprovecho su visita al Ayto. de Castejón para dirigirle unas palabras a través de esta carta que me hubiera gustado entregársela en mano si mi horario laboral me lo hubiese permitido.
Le recuerdo que este año tanto el Olentzero como los Reyes Magos dejaron carbón en el Arzobispado de Pamplona debido a que ustedes se están apropiando de bienes que no les pertenecen contraviniendo uno de sus mandamientos.
Como bien sabe Monseñor, la ley hipotecaria española gracias a una reforma que realizó el Partido Popular en 1998 concede a la Iglesia Católica la potestad para inscribir a su nombre en el Registro de la Propiedad bienes que no estaban inscritos a nombre de nadie. A este acto, contemplado en el artículo 206 de la citada ley, se le denomina jurídicamente inmatricular y ha provocado un auténtico revuelo en muchos pueblos de nuestro país que han visto como bienes construidos o adquiridos y mantenidos por los pueblos, que hasta ahora estaban sin inscribir a nombre de ningún titular, han pasado de la noche a la mañana a manos de algunos obispados que no han perdido el tiempo en realizar las inmatriculaciones.
El artículo 206 de la ley hipotecaria tiene su origen en el franquismo y equipara a la Iglesia Católica con cualquier corporación de derecho público a la hora de inmatricular bienes.
Según el artículo 16.3 de la Constitución española vivimos en un estado aconfesional donde ninguna confesión tendrá carácter estatal, por lo tanto es más que cuestionable que la Ley Hipotecaria continúe otorgando al Diocesano tareas de funcionario público, con el fin de practicar la inscripción de bienes a su propio nombre.
En Navarra, el Arzobispado ha inmatriculado más de un millar de propiedades. Algunas son lugares de culto como ermitas o iglesias y otras son más variopintas: garajes, casas rurales, cementerios, huertos o algún que otro viñedo o finca de labor. Este expolio de la Iglesia Católica no debe continuar.
Desde hace unos años Castejón pertenece a la Plataforma de municipios en Defensa del patrimonio de Navarra, tal como fue aprobado por el Pleno del Ayuntamiento durante la legislatura anterior, en consecuencia con ello, le exigimos la devolución de todos los bienes inmatriculados hasta la fecha al amparo de un artículo que consideramos inconstitucional.
Atentamente.