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La diócesis inscribió a su nombre, en 2014, la antigua sala mayor del templo que desde finales de 1650 había estado funcionando como iglesia.
Fuente: Diariodegirona.cat Traducción propia
El Ayuntamiento de Bellcaire descubrió hace tres años que el Obispado de Girona había inscrito parte del castillo del municipio, donde hay la iglesia, a su nombre en 2014. Lo hizo justo antes de que entrara en vigor la nueva Ley Hipotecaria y se derogara la anterior normativa, que permitía que los obispos tuvieran la potestad de actuar como notarios y registrarse como propietarios de bienes inmuebles.
El consistorio, que estaba haciendo una búsqueda para recopilar información del espacio, temía que el suyo fuera un más de los casos de inmatriculaciones que había hecho la Iglesia y que hizo saltar las alarmas aquel mismo año. Y las sospechas se confirmaron.
Según explicó el concejal de Cultura de entonces, Guillem Sobrepera, el Obispado se apropió de la antigua sala mayor del templo, que desde finales del 1650 funcionaba como iglesia. Esto se produjo después de que el templo prerrománico que había hasta entonces (que pasó a ser la capilla del cementerio) quedara pequeño y el pueblo les dejara el espacio para hacer culto.
De hecho, en este espacio durante todos estos años se han celebrado misas y entierros, pero el resto de la fortaleza tiene usos públicos: la primera planta aloja las dependencias municipales y la antigua capilla se sirvió como sala de plenos y de actas. En el patio también se hacen acontecimientos culturales y visitas guiadas.
El Ayuntamiento siempre ha concebido el espacio como un todo y por eso inició conversaciones con el Obispado. La actual alcaldesa, Cecília Barnosell, ha explicado que el asunto se ha podido solucionar amistosamente. Las negociaciones empezaron en 2019, pero se tuvieron que parar por la pandemia. Finalmente, se retomaron el año pasado. En los encuentros, se consiguió el compromiso del Obispado de ceder al consistorio todos los derechos del inmueble, incluido el de la propiedad.
Por el contrario, el Ayuntamiento, una vez sea el propietario, cederá el uso de la iglesia para hacer actos religiosos.
En septiembre, el pleno aprobó la aceptación de la donación y, a finales de noviembre, se firmó el convenio entre las dos partes. Ahora, solo queda formalizar la tramitación a través de una escritura notarial y posterior registro en la Iglesia. Después, se inscribirá todo el conjunto monumental al Inventario de Bienes del Ayuntamiento de Bellcaire para poder incorporar la finca al patrimonio municipal.
La alcaldesa celebra el hecho de haber llegado al acuerdo con la Iglesia y deja claro que «todo seguirá como hasta ahora». En este sentido, Barnosell explica que solo cambiará la propiedad, pero que las actividades eclesiásticas que se están llevando a cabo seguirán haciéndose con plena normalidad. «Si con el tiempo se deja de utilizar como iglesia, el convenio permite que se use por el que convenga», remarca.
La resolución se ha conocido justo cuando la Iglesia ha admitido que se apropió de un millar de bienes inmuebles que no eran suyos y se ha comprometido con colaborar para devolverlos en el Estado. A principios del año pasado, el gobierno español cifró en 34.961 el número de bienes immatriculados entre los años 1998 y 2015. De estos, unos 20.000 son templos y 14.947 otros bienes relacionados con el culto.