El arzobispo cambió en junio unos estatutos para llevarse los archivos

Palacio Decanal Tudela

Palacio Decanal Tudela

El arzobispo de Pamplona y obispo de Tudela, Francisco Pérez, emitió el pasado mes de junio un decreto en el que alteraba los estatutos de los archivos de las Diócesis de Pamplona y Tudela redactados por su antecesor en su cargo, Fernando Sebastián, en 2002. Este cambio en la redacción le permitía justificar la incomprensible acción del pasado mes de diciembre, cuando se llevaron sin avisar los documentos del Palacio Decanal de Tudela. Sin embargo, el arzobispo no se ha apoyado en este nuevo decreto para dar explicaciones al Ayuntamiento de Tudela o a la archivera municipal, dado que en el mes y medio que ha transcurrido desde la marcha de los archivos, las autoridades eclesiásticas no se han comunicado con las autoridades políticas o técnicas locales.

El desprecio por las autoridades municipales ha llegado a tal extremo que el pasado lunes 19 de enero representantes del Arzobispado estaban convocados a una reunión de la Comisión para la Defensa del Patrimonio de Tudela (de la que forman parte junto con el Consistorio, varios colectivos e incluso el Gobierno) para hablar de los archivos, pero nadie apareció en su representación y nadie justificó esta ausencia, dando plantón a los que sí acudieron.

modificación Además, la justificación en la que se apoya la máxima autoridad católica navarra, Francisco Pérez, la ha hecho pública a través de la revista eclesiástica La Verdad en dos artículos consecutivos, si bien no ha sido hasta el último (23 de enero) cuando ha hecho pública la modificación de estos estatutos, fechada en el mes de junio.

En el texto de 2002 se señalaba que “se conservarán en la sede de Tudela copias de todos los documentos provenientes de las parroquias de la Vicaría de la Ribera, aunque pertenezcan a la Diócesis de Pamplona”, mientras que en el nuevo se apunta que “la sede de Tudela reunirá todos los documentos y materiales de archivo de los lugares pertenecientes a la Diócesis de Tudela. (…) Para evitar crear agrupaciones documentales artificiales, la sede de Pamplona, custodiará los fondos documentales y materiales que le son propios”. El arzobispo se remite a las recomendaciones que respecto a los archivos ha realizado la Conferencia Episcopal Española.

En este mismo sentido, en un número anterior de la revista La Verdad señalaba que la partición del archivo se ha realizado “respetando el principio archivístico de procedencia” y alegan que su objetivo ha sido “mantener la unidad, independencia e integridad de estos documentos”, algo que niega de forma rotunda la responsable del Archivo Municipal de Tudela, Beatriz Pérez.

la archivera, en contra La responsable municipal recuerda que si se aplicara el criterio de agrupamiento de Diócesis, que alega el Arzobispado, se podría “generar un conflicto con las Diócesis de Tarazona y Zaragoza”, dado que hasta 1955 las localidades que hoy son de la Diócesis de Pamplona, y cuyos archivos están hoy en la capital navarra, pertenecían a estas dos Diócesis aragonesas (Barillas, Buñuel, Cabanillas, Cadreita, Cascante, Castejón, Cintruénigo, Corella, Fitero, Fustiñana, Monteagudo, Tulebras y Cortes).

Igualmente, niega el sentido que da el arzobispo al “principio de procedencia archivístico” y para ello recurre a un artículo realizado por una técnica del Archivo Diocesano de Pamplona, Juncal Campo: “Toda la documentación producida y recibida por el párroco, en el ejercicio de sus actividades pastorales, sacramentales, culturales y administrativas, debe conservarse en el archivo parroquial”. Es decir, cerca de la parroquias que se encuentran en las localidades riberas y, por ende, en el Palacio Decanal preparado a tal efecto.

Además recuerda que el “principio de procedencia”, señala que “el principio de respeto al orden original establece que no se debe alterar la organización dada al fondo por la institución u organismo productor”, es decir, la parroquia.

Para Pérez, la unidad del archivo queda garantizada “si se considera un archivo único” lo que ya existía en el Palacio Decanal, tal y como firmaron el arzobispo de Pamplona y obispo de Tudela, Fernando Sebastián y el Ayuntamiento de Tudela en el acuerdo firmado en 2002. Por último, indica que aunque la mayoría de los documentos están microfilmados, “los usuarios tienen experiencia que si la reproducción no es clara deben acudir a los originales para su comprobación”, algo que se complicará al tener que desplazarse los investigadores hasta Pamplona para verificarlo.

Extrañeza
Uno de los extremos que más ha llamado la atención en la capital ribera es el constante silencio mantenido a este respecto, la medida tomada sin dar explicaciones y la justificación que realiza ahora el Arzobispado mediante su revista.

Diario de Noticias, 27 de Enero de 2015

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