El Concejo de Garísoain envió el pasado 30 de septiembre una carta dirigida al Papa Francisco en la que le pide que interceda en el litigio que este pequeño pueblo mantiene con el Arzobispado de Pamplona por la propiedad de la ermita del Pilar. La misiva fue enviada apenas unos días antes de conocer el auto del Tribunal Superior de Justicia de Navarra (TSJN), que, como se informó ayer, ha inadmitido el recurso de casación presentado contra la sentencia de la Audiencia Provincial, que ha pasado a ser firme dando la razón a la posición de la Iglesia.
La carta, firmada por un vecino en representación del Concejo, Álvaro Calderón, pretende «denunciar las tropelías que se están haciendo desde dentro de la Iglesia, y vamos a ver si este Papa, que tantas muestras de apertura está ofreciendo, nos hace caso», decía ayer. «Parece que fue una premonición, porque en el momento de mandarla todavía no sabíamos la decisión del tribunal; pero, tal y como está la situación actual con la Justicia, parece que nos lo veíamos venir. Está claro que aquí no se imparte justicia», explicó.
Según el registro de Correos, el día 2 de octubre el documento certificado fue recibido en El Vaticano, y ahora están a la espera de conocer si el Papa accede a responder a la carta y en qué sentido. Calderón explicó que se la han enviado tanto en castellano como en euskera, «el idioma del fundador de su orden, los jesuitas».
En la misiva, explican cuál ha sido el proceso vivido en el pueblo con su modesta ermita, incluidos los pasos que se han ido dando judicialmente y casi anticipando la última decisión. «Ahora tememos que los jueces hagan inscribir la ermita a nombre del Arzobispado y este nos la arrebate», intuían.
Entre otros detalles, recuerdan que después de que el Arzobispado demandase al Concejo por registrar el edificio a su nombre, este le ofreció «una especie de convenio, pacto o acuerdo: la ermita continuaba a nombre y cargo del Concejo a cambio de su compromiso de conservarla, como ha hecho siempre, y a mantener su destino de ermita y su uso religioso. Pero el Arzobispado lo rechazó, contestaron que solo le interesaba la propiedad del inmueble».
Con todos los datos, piden al Sumo Pontífice que «convenza u ordene al Arzobispado de Pamplona cesar en su pretensión de apoderarse de nuestra ermita. Se lo pedimos porque, al parecer, según las normas internas de la Iglesia católica, nuestra ermita pasaría a ser propiedad, finalmente, de Su Santidad».
Diario de Noticias, 12/10/2013