«La Iglesia nos ha robado». Así de rotundo lo afirma Javier Iltzarbe, alcalde de Garisoain desde hace una década. En este pueblo de Lizarraldea el Arzobispado se ha apropiado de una ermita, la iglesia, la casa parroquial, el atrio y un solar de 200 metros cuadrados.
Gara, 12/06/2009. Garisoain es un pequeño pueblo de 34 habitantes situado en el Valle de Gesalatz, cerca del embalse de Allotz. Al igual que en otras muchas localidades navarras, sus vecinos se ven impotentes para recuperar por la vía legal los bienes comunales que la Iglesia católica se ha ido apropiando a lo largo de estos últimos años. El propio Concejo ha tomado varios acuerdos plenarios pidiendo la devolución de estos bienes, por entender que es un patrimonio público y no privado, pero el Arzobispado no se muestra dispuesto a ceder.
En concreto, a principios de los años 70 la Iglesia se apropió de los restos de la ermita de San Ciriaco, de la casa parroquial, de un solar contiguo de unos 200 metros cuadrados y del atrio de la iglesia de La Asunción. Como han transcurrido más de 25 años desde que la Diócesis escrituró y registró esos bienes a su nombre, ahora resulta imposible su recuperación.
La iglesia de La Asunción fue escriturada y registrada a principios del año 2000, aprovechándose el Arzobispado del cambio de la ley efectuado en el año 1998, que hasta entonces impedía registrar edificios de culto. «La iglesia tampoco la vamos a poder recuperar, porque fue construida entre los años 1200 y 1300. ¿Cómo demuestras ahora que esta fortaleza de origen románico es del pueblo, si ya han pasado más de siete siglos? Nosotros tenemos muchos datos de gastos relacionados con la iglesia, que siempre han corrido a cargo del Concejo. Los vecinos de Garisoain hemos pagado el tejado de la ermita, el tejado de la iglesia, el sueldo del sacristán, cuando había, y en general todos los gastos de estos bienes. Pero parece que esto no es suficiente para ganar un juicio. Lo que está claro es que la Iglesia se queda con todo», lamenta el alcalde.
Javier Iltzarbe es consciente de que Garisoain no es un caso aislado, sino que casi todos los ayuntamientos y concejos de Nafarroa han estado manteniendo estos bienes y haciéndose cargo de los gastos «toda la vida». Pero tampoco se resigna a quedarse callado, a no plantar cara para defender un patrimonio que los vecinos consideran suyo. «Hemos hablado con abogados, hemos hecho todo lo que está en nuestra mano, pero no lo podemos recuperar. Para más inri -agrega Javier Iltzarbe- el cura nos ha puesto un pivote y no nos deja acceder al cementerio, cuando sabe que es el único acceso que existe. No quiere ni darnos la llave para que los vecinos podamos evitar el pivote».
A la vista de esta situación, lo único que ahora les queda a los vecinos es mostrar su «indignación» por la actitud de la Iglesia. «La verdad es que estamos dolidos por perder un patrimonio que es del pueblo. Queremos que la gente se entere, que se sepa que son unos ladrones. ¡No hay derecho a lo que están haciendo! -exclama el alcalde-. Tienen un mandamiento que dice `No robarás’, pero ellos están robando todo lo que pueden».
Según ha podido saber, situaciones similares a las de Garisoain se están produciendo «en todo el Valle de Gesalatz, en casi todo el Valle de Dehierri y en muchísimos sitios de Navarra». Además, considera que es «una vergüenza» que el Gobierno de Nafarroa esté financiando con fondos públicos muchísimas obras en iglesias, catedrales y otros monumentos del patrimonio histórico-artístico de los que se ha apropiado la Iglesia. Se da la circunstancia de que en algunos de estos monumentos, los de mayor valor, la Iglesia incluso está cobrando por mostrarlos al público.
Después de conocer que la Diócesis había inscrito la iglesia de Garisoain a su nombre, una de las medidas que adoptó el alcalde fue pedir que el agua y la luz de este templo no los pagase el Concejo, como había hecho hasta entonces, sino que esos gastos fuesen girados al Arzobispado.
«Con el asunto del agua me quejé a la Mancomunidad de Valdizarbe, que es a la que pertenecemos, pero no hacen nada. Como se trata de la Iglesia, no se quieren meter en estos asuntos. En cuanto al recibo de la luz, antes lo pagaba el Concejo, pero a raíz de esto decidimos cortar el suministro eléctrico a la iglesia, aunque la estuvieron cogiendo de forma pirateada», informa el alcalde.
La Iglesia ha escriturado cinco bienes en Garísoain ante la indignación de los vecinos
El Arzobispado ha escriturado cinco bienes del concejo de Garísoain, localidad que tiene 32 habitantes y que ya no cuenta entre sus propiedades con la casa parroquial, un solar de unos 200 m2 adyacente a la misma, el atrio que circunda a la iglesia, la propia parroquia y las ruinas de la ermita de San Ciriaco.
Los vecinos de esta localidad, que pertenece al valle de Guesálaz, están «indignados», según su presidente, Javier Ilzarbe, y de hecho en un pleno se llegó al acuerdo de luchar por defender el patrimonio de Garísoain y «no hubo ningún voto en contra», como explica Ilzarbe. Es interesante saber que esta localidad funciona como concejo abierto y que todos los vecinos empadronados mayores de 18 años tienen derecho a voto. Tras la aprobación de ese acuerdo, el concejo se incluyó en la Plataforma de Defensa del Patrimonio Navarro y ha comenzado a denunciar públicamente lo ocurrido.
El presidente se muestra muy rotundo cuando asegura que la Iglesia «nos ha robado». En Guesálaz hubo dos procesos de escrituraciones, las primeras, las que se refieren a los bienes que no son lugares de culto, se produjeron a principios de los años 80, mientras que la parroquia, se escrituró en el año 2004.
Ilzarbe explica que posee documentación en la que se demuestra que determinados bienes como la casa parroquial, que tiene cuatro plantas, y el terreno adyacente eran del pueblo. «Después de la desamortización de Mendizábal lo compró un vecino, que lo cedió al concejo. El pueblo a su vez les dejaba a la casa a los curas para que vivieran en ella, pero nunca se la dieron. Después lo escrituraron a su nombre y ahora tienen la vivienda alquilada, que sacan una buena renta», señala este presidente que añade que «el problema es que en aquella época no había escrituras y la iglesia se aprovechó de la buena voluntad de la gente», argumenta.
El atrio también se escrituró en aquella época y ahora existen varios problemas. Ilzarbe explica que el párroco ha colocado un pivote a la entrada del atrio que imposibilita el acceso rodado al cementerio de Garísoain, que es propiedad del Concejo. «No nos quiere dar la llave porque duda del uso que vayamos a hacer de ella, aun cuando le decimos que la queremos para ocasiones especiales como, por ejemplo, cuando vayamos a hacer obra en el cementerio. Incluso le hemos planteado firmar un documento, pero nada de nada», explica. Sobre la propiedad del atrio Ilzarbe también asegura que posee documentación. «Una parte del atrio antes era el cementerio, propiedad del Concejo, pero en 1880, la Diputación le exigió al Concejo que lo cambiase de sitio por la peste. Esto demuestra que el suelo en el que se hallaba el cementerio era de carácter municipal. Sin embargo, también lo escrituraron», señala. Otro aspecto curioso es lo que ocurre con la ermita de San Ciriaco. «Se escrituraron sus ruinas, porque el suelo sobre el que está es del pueblo, ¿para qué quieren unas ruinas?», se pregunta.
ha prescrito El presidente del Concejo se muestra muy molesto porque las escrituraciones de los años 80 ya han prescrito. «Han pasado más de 25 años y ya no podemos hacer absolutamente nada. Sólo sacarlo a la luz pública para que la gente vea qué es lo que hizo y está haciendo la iglesia, tanto en Garísoain como en otros muchos pueblos. Además, no tenemos ningún documento que nos dé la propiedad de estos bienes, aún sabiendo que son del pueblo».
Ya en el año 2004 el Arzobispado escrituró la iglesia románica. «Cuando cambiaron la ley y se permitió inmatricular los lugares del culto, pusieron la iglesia a su nombre. Es injusto porque el Concejo pagó el arreglo de la sacristía y del tejado. Para esto último, en los años 80, el Concejo tuvo que vender una casa de propiedad municipal», señala Ilzarbe que añade que «tienen pinchada el agua. No tienen contador, lo hemos denunciado a la Mancomunidad de Valdizarbe, pero no hacen nada», se queja.
Los bienes
Casa parroquial. Tiene cuatro alturas de al menos 120 metros cada una de ellas. Además de un solar de 200 m2.
Atrio. Son los terrenos que rodean la iglesia. El párroco ha colocado un pivote que corta el acceso al cementerio, que es propiedad del Concejo.
Ermita de San Ciriaco. El Arzobispado se inmatriculó las ruinas, pero el suelo pertenece al pueblo.
La iglesia. Desde 2004 está a nombre del Arzobispado, aun cuando los vecinos han pagado los arreglos, en la sacristía y el tejado.
Diario de Noticias, 02/07/2009