Recuperando exige a los Gobiernos asturiano y central que activen las medidas necesarias para restituir los bienes inmatriculados
La inmatriculación del conjunto arquitectónico del arte prerrománico asturiano por la Iglesia católica, tal como se está verificando estos días, pone de relieve la apropiación sistemática del patrimonio histórico aprovechando el polémico artículo 206 de la Ley Hipotecaria, que le permitía inscribir monumentos sin aportar títulos de propiedad y con la mera autocertificación del obispo.
Por ello, la coordinadora Recuperando, que agrupa a una veintena de colectivos patrimonialistas, exige tanto al Gobierno asturiano como al central que pongan en marcha las medidas que sean necesarias para restituir al dominio público el valioso conjunto monumental reconocido por la Unesco como Patrimonio Mundial. El arte prerrománico es un caso paradigmático de la ilegítima privatización de bienes de enorme valor cultural y notorio arraigo popular. Todo el conjunto fue edificado entre los siglos VIII y X por los reyes astures como expresión arquitectónica de su poder monárquico. No se trata, por tanto, de monumentos construidos ni financiados por la Iglesia católica.
Resulta injustificable que, sirviéndose de un subterfugio jurídico manifiestamente inconstitucional, los inscriba a su nombre de manera subrepticia y sin informar debidamente a las administraciones competentes en patrimonio histórico. Teniendo en cuenta, además, que el Estado tutela con cuantiosos fondos públicos su mantenimiento y rehabilitación desde hace, al menos, dos siglos.
Recuperando deplora, igualmente, que el Gobierno asturiano desconozca la situación registral de los bienes culturales que tutela y haya participado, por negligencia o por deliberada voluntad, en el ocultamiento del listado de inmatriculaciones de la Iglesia durante más de un año. El inventario de bienes inscritos por la jerarquía eclesiástica fue solicitado por el Grupo de Inmatriculaciones de Asturias (GIA), que forma parte de Recuperando, y su extravío en dependencias de la administración regional ocasiona una intolerable indefensión ciudadana, por cuanto sus derechos de acceso a la información pública se ven gravemente vulnerados.
Recuperando exige al Gobierno asturiano una completa investigación sobre las sorprendentes circunstancias del ocultamiento del listado de inmatriculaciones y le insta a que depure las responsabilidades a que hubiere lugar. La inmatriculación del conjunto monumental asturiano representa una nueva evidencia de la privatización del legado cultural por la iglesia católica. Esta nueva apropiación se suma a la ya conocida de la arquitectura mudéjar de Aragón, la Mezquita de Córdoba, la Giralda de Sevilla y miles de monumentos de incalculable valor cultural.