Acusa al Ejecutivo central de «abandonar a su suerte a particulares y entidades locales para que litigasen por la recuperación de sus bienes inmatriculados»
Fuente: Diario de Noticias
La Plataforma de Defensa del Patrimonio de Navarra ha pedido a los diferentes partidos políticos y candidaturas, de cara a las próximas elecciones, «compromisos específicos para revertir» las inmatriculaciones realizadas por la Iglesia y que quienes «no han cumplido» sus compromisos a lo largo de la legislatura «den explicaciones».
Andrés Valentín, representante de la plataforma, ha señalado que los programas electorales de PSOE y Unidas Podemos y el acuerdo del Gobierno de coalición contenían el compromiso de realizar «modificaciones legislativas para revertir las inmatriculaciones», modificaciones de las que, en estos momentos, no hay «nada de nada». Por ello, ha acusado al Ejecutivo central de «abandonar a su suerte a particulares y entidades locales para que litigasen por la recuperación de sus bienes inmatriculados».
Así lo ha manifestado en una rueda de prensa en la que ha intervenido junto con José Mari Esparza, en la que se ha hecho balance de 2022, un año en el que, según han asegurado, la plataforma ha conseguido que este tema tenga un «papel destacado» pero que también ha estado marcado por «varapalos judiciales» en relación con las ermitas de Sangüesa, Ochagavía y Ujué, que «fueron atribuidas por los jueces al Obispado». De cara al año que viene, la plataforma contempla que las movilizaciones sean uno de sus principales ejes de actuación.
En esta comparecencia, además, se ha presentado la tradicional movilización de estas fechas. Tendrá lugar el próximo 29 de diciembre, desde la plaza del Ayuntamiento de Pamplona hasta la sede del Arzobispado, donde dejarán «carbón ante su negativa a devolver los bienes que la Iglesia ha usurpado a nuestros pueblos».
En su balance del año, Valentín ha recordado que el 2022 comenzó con las «inmatriculaciones erróneas» que la conferencia episcopal «pretendió atribuir al Gobierno de Sánchez». Errores que se derivaban de «inmatriculaciones a demanda de los obispos correspondientes» o de bienes que «habían sido ya vendidas a terceros». En este último caso, han sido «enormemente numerosas» en Navarra y ocurren, ha explicado, porque «el adquiriente no las ha inscrito en el registro con lo cual siguen estando a nombre de la Iglesia», a quien ha reprochado su «mala gestión de la información».
«Con ese apaño», ha señalado, tanto Iglesia como Gobierno pretendieron «dar cerrojazo final a la problemática de las inmatriculaciones» pero, por el contrario, las han puesto «en primer plano».
Otros «hitos» que ha enumerado han sido la organización de las segundas jornadas sobre inmatriculaciones de Redes Cristiana o la publicación de la biografía de Pedro Leoz, primer presidente de la plataforma.
«IMPORTANTES LAGUNAS» SOBRE INMATRICULACIONES A NIVEL ESTATAL
Andrés Valentín ha reconocido que en Navarra «tenemos la mejor información del Estado» en cuanto a inmatriculaciones mientras que a nivel nacional hay «importantes lagunas». Así, ha explicado que el listado del Ejecutivo central «hace referencia exclusivamente a las inmatriculaciones posteriores a 1998» cuando «sabemos por datos parciales que son mucho más numerosas» las anteriores a ese año. En Navarra, ha valorado, «tenemos el periodo completo».
Igualmente, ha señalado que «se dispone sólo del listado no de las notas simples» de manera que «en muchísimos casos es imposible identificar cuál es el bien inmatriculado» o «qué cantidad de bienes hay en esa inmatriculación». A ellos ha sumado problemas de «tipo técnico» ya que las «contradicciones entre las distintas fuentes hacen que sea prácticamente imposible llegar a un listado satisfactorio de los bienes».
José Mari Esparza ha advertido de que «el patrimonio de Navarra está peor que nunca» porque la Iglesia «no va a poner una peseta para nada» y confía en que «ya lo arreglarán los pueblos». No obstante, la plataforma ha pedido a las localidades que no arreglen este patrimonio ya que la «única forma de presión» y el «talón de aquiles» de la Iglesia es que «tienen más de 3.000 bienes que se le están cayendo» y «no puede sostener lo que dice que es suyo».