Xabier Ilzarbe
Concejo de Garisoain
Cartas al Director
EL Arzobispado de Pamplona está registrando a su nombre diversos espacios y edificios de Garisoain. Ahora se cumplirán los tres años de la inscripción última: la Iglesia. Figuran así mismo a su nombre, entre otros, los terrenos que rodean la iglesia y que son el único acceso al cementerio público… ¡Cuántos pasajes evangélicos se podrían citar al respecto para cuestionar estas medidas! La verdad que estas decisiones nos han pillado a todos, habitantes de Garisoain, a los navarros y a los católicos, en especial, un poco por sorpresa.
Ante esta situación, en Garisoain nos hemos hecho algunas reflexiones: ¿Por qué si lo tenían tan claro han tardado tantos siglos en inscribirlas? ¿Por qué, antes de inscribir, no han tenido el detalle de convocarnos a todos (al pueblo y a su comunidad cristiana) para entre todos buscar una salida consensuada? ¿O no somos todos Iglesia? ¿No es cierto que entre los entes públicos, pueblos y vecinos han costeado sus construcciones y mantenimiento, incluido el pago del sacristán?
En este momento ya no se celebra la misa dominical en Garisoain. ¿No nos ocurrirá lo que a la Iglesia de Viguria que está totalmente derruida y abandonada? ¿Cómo vamos a poder pasar al cementerio público si no podemos acceder a él ni tan siquiera con vehículos fúnebres porque nos han puesto a la entrada del atrio un mojón?
Por estas y otras razones que omitimos por no extendernos, por el cariño que tenemos al pueblo y porque nuestra conciencia católica así nos lo pide; para defender lo que consideramos pertenece también a este pueblo, hemos decidido en concejo abierto adherirnos a la Plataforma de Defensa del Patrimonio Navarro, recientemente constituida.