Diario de Navarra, 31/03/2009. La antigua iglesia de San Esteban de Yesa, del siglo XVI, está siendo objeto de discordia entre el ayuntamiento de la localidad y el arzobispado. Fue reformada hace dos años gracias al plan de restitución territorial por el recrecimiento del embalse de Yesa, y se recuperaron unas importantes pinturas murales que, según sus restauradores, son «la mayor concentración de este siglo de toda Navarra».
Para mostrarlas al visitante, el consistorio solicitó en agosto de 2007 al arzobispado la cesión del templo, sin uso al construirse en los años 50 otro mayor. La respuesta les llegó en diciembre de 2008 y, para su sorpresa, en ella se planteaba la posibilidad de devolver el culto a la iglesia antigua, salvo que el ayuntamiento gestionara con la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) el arreglo de la nueva, también dedicada a San Esteban y que está deteriorada. Sólo así se cedería el uso de la ya reformada.
«Esto es un chantaje», considera el alcalde de Yesa, José Antonio Aquerreta. «El arzobispado tenía olvidada y abandonada esta iglesia, tanto que en ella se guardaba material municipal y muchas veces estaba abierta y podía entrar la gente. De hecho, un balonazo de un niño fue el que, hace 15 años, desconchó la cal de la pared y dejó al descubierto parte de las pinturas», recuerda.
«Fue el consistorio el que pidió la reforma de la iglesia, y ahora el arzobispado nos viene con éstas», critica. «Además, nos han recomendado, por el bien de la conservación de las pinturas, que no tenga culto», agrega.
Tras sacar a la luz las pinturas, que ocupan todo el contorno central de las paredes del templo (se perdieron ya en su día en las partes más bajas y en las más altas), el consistorio esperaba la cesión para instalar un montaje de luz y audio con el que explicar su simbología (San Cristóbal, las bodas de Caná, Adán y Eva…), y un sistema de electro-osmosis para combatir la aparición de humedades en la iglesia. Ya han surgido las primeras.
Javier Aizpún, responsable de patrimonio del arzobispado, apunta por su parte que «la pelota está en el tejado del ayuntamiento». «De momento no tenemos la idea de ceder la iglesia antigua, excepto si se arregla la actual, que levantó la propia CHE en los años 50. Presenta problemas en la tarima y la cubierta, y si la que se ha reformado ahora está bien, no entendemos por qué no deberíamos usarla», asegura.
«No creemos que por dar misa se estropeen tanto las pinturas. En otros lugares no pasa nada. Además, los usos religiosos y turísticos podrían convivir, y resultaría más interesante que el edificio mantuviera su «alma» y que no fuera un simple museo», argumenta.
La reforma
La reforma de la antigua iglesia de San Esteban la ejecutó la empresa aragonesa Restauroegea SL, y costó 760.000 euros. Además de restaurar las pinturas murales (ocultas bajo 7 capas de cal), se actuó sobre el retablo barroco del altar mayor, la escalera de acceso al coro, el propio coro, la capilla lateral con su pila bautismal y las gradas de piedra para acceder al presbiterio. Se puso un nuevo suelo (ventilado para evitar humedades), se pintaron las bóvedas y se colocó nueva iluminación.